Tal y como nos habéis comentado, durante estas semanas de aislamiento, vuestro descanso se esta viendo afectado de manera negativa. Por eso desde Tándem queremos daros una breve explicación de lo que nos puede estar ocurriendo y también proponeros algunas pautas para mejorar la calidad de vuestro sueño.
Para ello lo primero que tenemos que saber es ¿qué es el sueño?
El sueño es un periodo de aparente inactividad en el que perdemos la consciencia, pero en el que suceden muchos de los procesos básicos que permiten a nuestro organismo funcionar con normalidad.
El sueño se caracteriza por ser una sucesión de ciclos denominados NREM sueño lento (más superficial) y sueño rápido o más profundo, llamado REM. Ambas fases son necesarias y se alternan durante la noche.
La fase REM es la mas importante a nivel de calidad y de recuperación. En esta fase la musculatura se relaja completamente y aumenta el flujo de actividad cerebral, relacionándola con el aprendizaje y la consolidación de conocimientos.
¿Cómo se regula este sistema de vigilia-sueño?
El sueño es una actividad tan importante para nuestro organismo, que este tiene incorporado un indicador que nos permite saber en que momentos debemos dormir y en cuales no, conocido como reloj interno o ritmo circadiano. Este ritmo circadiano, controla muchos mas procesos, no solo el sueño, pero simplificándolo mucho, es un reloj que tenemos cada uno de nosotros que nos manda sensaciones de sueño o de tener energía para afrontar nuestro día a día.
Existen factores internos y externos que regulan este reloj, algunos son comunes a todos por ejemplo la ausencia o la presencia de luz solar, y otros específicos de cada uno de nosotros, rutinas diarias, horarios de trabajo, de actividad física, de comidas…
Cuando alguno de estos factores sufre modificaciones, se puede alterar la capacidad de nuestro organismo de mandarnos señales para dormir o despertarnos y alterar nuestro sueño.
Posibles problemas relacionados con el sueño
De entre los muchos trastornos del sueño que existen el que nos preocupa ahora es el insomnio, ya que, no solo ahora, es el mas prevalente de todos los trastornos del sueño. El insomnio puede entenderse como dificultad para iniciar o mantener el sueño, o la sensación de que el sueño no es reparador.
Cuando se trata de insomnio puntual, el 80 % de los casos se deben a factores psicológicos. Siendo el insomnio uno de los primeros síntomas del estrés. Las alteraciones ambientales, los cambios horarios y las crisis emocionales son causas comunes de los episodios de insomnio.
El insomnio, afecta mas con la edad, y a las mujeres. En adultos jóvenes se relaciona mas con problemas en el inicio del sueño mientras que cuando la edad avanza es en el mantenimiento del sueño en lo que mas se nota la incidencia del insomnio.
Factores que afectan al insomnio: la ansiedad o el estilo de personalidad centrado en las preocupaciones, factores ambientales, una escasa higiene del sueño. La alteración del cilo de vigilia-sueño puede ser otra de las causas del insomnio.
Consecuencias: irritabilidad, poca concentración, somnolencia diurna.
¿Porque en situación de aislamiento aparecen más problemas para dormir?
Si vemos los factores que afectan a la regulación del sueño, el estrés, la preocupación y el cambio de rutinas, son factores determinantes en la garantía de tener un buen descanso y un sueño reparador.
El aislamiento ha roto todas nuestras rutinas y ha aumentando nuestros niveles de estrés y preocupaciones, factores que como hemos visto, son esenciales.
Áun así existen tratamientos eficaces para el insomnio. Por lo que, vamos a intenar daros pautas que os puedan ayudar a mejorar vuestro sueño, tanto a nivel conductual como a nivel psicológico o nutricional.